
Digamos que un activo vale 100,00US$; 60,00US$ los pones tú de tu bolsillo y 40,00US$ tu broker con un préstamo que te hace; y luego te dice que el margin call o margen de mantenimiento es 30%. ¿Qué significa eso?
Sencillo, significa que el broker estaría tomando el riesgo crediticio y tú el riesgo de precios. Es decir, que si el precio del activo baja pierdes tú, y si no repagas el préstamo pierde el broker. Precisamente, para minimizar este último riesgo existe el margin call o margen de mantenimiento.
Pero entenderás mejor continuando con el ejemplo:
Supongamos ahora que el precio del activo en cuestión se desploma un 50%, pasando de 100,00US$ a 50,00US$. Inicialmente, antes de caer el precio el apalancamiento o deuda era del 40%, porque el broker había prestado 40,00US$ de los 100,00US$; pero ahora al precio de 50,00US$ el apalancamiento representa 80% (80% = 40,00US$/50,00US$) y el capital propio 20%. ¿Se activaría el margin call o margen de mantenimiento en este caso? Claro, porque ese 20% es inferior al 30% estipulado de margin call.
¿Qué correspondería hacer entonces al inversor individual?
Tiene dos opciones. La primera sería aportar capital adicional de su bolsillo, hasta reducir el ratio de apalancamiento a un nivel menor o igual al 70%, lo que equivale a aumentar el de capital propio a un nivel no menor al 30% (i.e. no menor al del margin call), específicamente en este ejemplo al menos 5,00US$ o, lo que es lo mismo, 10% del precio actual del activo.

Y, la segunda, liquidar posiciones del activo para llevar a 0,00US$ la cifra adicional requerida de capital propio a inyectar, en el ejemplo específicamente vender 16,67US$ de los 50,00US$ y con ellos reducir la deuda con el broker de los 40,00US$ iniciales hasta 23,33US$; así, las tenencias del activo quedarían en 33,33US$, de los cuales 23,33US$ o 70% sería deuda con el broker y 10,00US$ o 30% capital propio.


¿Y qué implica esto para los mercados?
Absolutamente nada, cuando se trata tan solo de un inversor individual. O, por el contrario, mucho cuando resulta ser un comportamiento generalizado, por ejemplo en el contexto del paso a un ambiente de tipos de interés más altos o de restricción monetaria o crediticia.
Claramente, cuando el caso es el último las liquidaciones de activos tienden a acentuarse y los colapsos de sus precios a profundizarse.
En , pero sobre todo en , discuto sobre estos temas, al igual que sobre cómo conformar portafolios en el contexto arriba descrito.
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